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Foto del escritorRedacción Párpado

Las otras posibilidades ocultas


Nacido a finales del siglo XIX en Países Bajos, Maurits Cornelis Escher estudia arquitectura y después grabado. Pasa años en Italia pero es en el sur de España donde se entusiasma con la Alhambra y el arte saturado y armonizado de patrones estéticos del arte árabe. A partir de ese momento, desarrolla una prodigiosa imaginación de la que emanan espacios imposibles, conceptos más oníricos que reales, ilusiones ópticas y obras hoy ya icónicas. 

También fundamentó sus ideas en las matemáticas. Por ejemplo, tomó la banda de Möbius (descubierta en 1858 por matemáticos alemanes) para agregarle hormigas, de lo que dijo: “Una banda interminable en forma de anillo generalmente tiene dos superficies distintas, una adentro y otra afuera. Sin embargo, en esta franja nueve hormigas rojas caminan una tras otra y viajan tanto el anverso como el reverso. Por tanto, la tira tiene una sola superficie”. 

Las matemáticas -y Escher- prueban que la realidad puede mirarse simultáneamente de dos maneras en apariencia contradictorias, que las paradojas existen y la verdad no siempre es asequible a la razón simple. Christopher Nolan se inspiró en Escher en su película Inception

Como escribe el escritor y psicólogo Walter Riso, “para salirse del molde y romper esquemas, además de sentirse profundamente implicado en la tarea (lo que se denomina “experiencia óptima” o “fluir”) y posiblemente tener una “chispa” de locura genial, el creativo también necesita un pensamiento divergente.

“Mientras el pensamiento convergente busca establecer acuerdos basados en la razón, el pensamiento divergente busca jugar con las ideas y crear nuevos esquemas. Supone la capacidad de cambiar de perspectiva sin entrar en pánico y generar una buena cantidad de nociones e impresiones, siendo original y práctico a la hora de elegirlas y conectarlas. El pensamiento divergente funciona saltando de un extremo al otro, tratando de comprender los opuestos.”

En la vida hay laberintos como los de Escher, aparentemente sin salida hasta que decidimos dar un giro en nuestra mirada, y ver las otras posibilidades ocultas. Continúa Riso: “Las mentes flexibles utilizan dos pensamientos simultáneos: el pensamiento divergente, para producir soluciones no convenidas o más audaces, y el pensamiento convergente, para mantener los pies en la tierra y refrendar sus descubrimientos mediante la lógica o la evidencia. El análisis lógico no conduce a crear nada, pero sí a verificar si estás muy lejos de la verdad. Razón, inspiración, transpiración, locura y pensamiento complejo: la ecuación básica de la creatividad.”


Redacción Párpado



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