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Foto del escritorPárpado Editorial

Palabras y valores


Hay palabras que, por su uso, acaban significando lo que cada quien entiende. Por ejemplo, se habla de la corrupción, que en su inmediata acepción significa la comisión de delitos y el conflicto de interés de quienes detentan una responsabilidad pública, pero en una dimensión más integral o ética puede implicar otros significados. Corrupción también es sacrificar la reflexión libre y crítica por unos dogmas o fanatismo, o confundir intereses personales y partidistas con intereses públicos. Corrupción no sólo es sobornos; la crispación que generan algunos funcionarios públicos (y a la que hacen eco desde diferentes ámbitos) propicia negligencia y ausencia de autoridad y alimenta la ya grave e incontenible violencia. Corrupción también es demostrar ningún interés en respetar la ley, cuando el respeto a la ley debería ser uno de los principios elementales sobre los cuales fundar una vida social en paz y armonía. Hay quienes hasta se mofan de ello o ni les asoma la idea de que estaría bien dar ejemplo.

Otro valor que brilla por su ausencia es el respeto al adversario, la tolerancia a las ideas diferentes y opuestas, la capacidad para debatir y articular argumentos (no ad hominem, que son falacias). Esto requiere inteligencia y por eso habrá quien prefiera la crispación, la intransigencia y el odio.

La política no tiene sentido si sólo es show mediático y propaganda carente de valores reales; la autoridad gana o pierde legitimidad si tiene o no autoridad moral, es decir, si tiene coherencia. Las elecciones en México del 6 de junio son importantes para que los ciudadanos se expresen en el sentido que cada quien considere adecuado, y el panorama actual no genere abstencionismo sino más bien una movilización de la ciudadanía y sus exigencias y expresiones diversas. Pero antes, durante y después de estas y otras elecciones, funcionarios públicos y ciudadanos estamos obligados a estar a la altura del verdadero interés común, el cual sólo puede ser construido con empatía, tolerancia y valores que hagan posible establecer la paz, la legalidad y mejores posibilidades para el desarrollo de la sociedad y sus individuos.


Emilio Toledo M.

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